En Venezuela, desde hace muchísimos años,
una de las costumbres que se practicaba a diario, sobre todo en los pueblos,
era el llamado trueque.
Se hacía el intercambio de un bien de consumo, o rubro, por otro de igual valor
o importancia.
Los campesinos llevaban sus carretas cargadas de verdura al centro del pueblo y
allí se reunían para hacer el intercambio. Todos quedaban felices por lo que
recibían.
Actualmente, por la situación económica, se ha puesto de nuevo esa práctica,
pero esta vez el intercambio lo hacen por semillas y animales, que van desde
conejos, patos, gallinas, inclusos perdices.
Es por eso que para darle un carácter más organizativo se realizó en el estado Monagas
el "Primer encuentro de productores de especies menores" donde el
trueque se hizo presente. Los asistentes al evento intercambiaron lo que habían
llevado por lo que necesitaban y vaya que funcionó. La invitación se hizo
extensiva a más de 300 productores así como también a emprendedores y la
asistencia fue masiva.
Eso nos deja una lección sumamente importante:
que se deben realizar este tipo de eventos de manera periódica ya que permite,
además del intercambio de saberes y experiencias, hacer el trueque. Esto, como
está la situación resultaría en un alivio para muchos que no tienen la
posibilidad de adquirir semillas pero que sí tienen animales que servirían como
intercambio para adquirir ese tipo de elemento que les permitan cultivar la
tierra.
Somos un país que se reinventa y que está
acostumbrado a salir adelante incluso en las peores circunstancias, por ende es
justo y necesario hacer todo lo que esté a nuestro alcance para seguir el
camino que nos toca recorrer. Hagamos trueque.
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